miércoles, 28 de mayo de 2008

Qué no cunda el pánico… Lo que se puede decir sobre la inflación

Tal como informó el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), en el mes de abril, la inflación alcanzó únicamente 0.15%, una reducción significativa respecto de la tasa reportada en marzo (1.04%). Con este resultado, se estimó que la inflación acumulada, en lo que va del año, asciende a 2.34%. El menor incremento del Índice de Precios al Consumidor (IPC) se debe a una disminución gradual del precio de los alimentos.

Asimismo, el resultado del IPC de Lima Metropolitana en abril muestra un aumento en los precios de productos como vestido y calzado y comidas fuera del hogar. El incremento de estos precios podría estar reflejando el traslado de mayores costos hacia los consumidores o presiones de demanda en determinados sectores en un escenario en el cual la demanda interna crece a tasas superiores al crecimiento del producto.

La inflación que se ha estado presentando en los últimos meses se debe en gran medida a factores internacionales, como lo son el aumento del precio de los alimentos (tales como maíz, trigo, soya, arroz, entre otros) y del petróleo, los cuales repercuten en los precios internos. Los primeros son uno de los principales generadores del problema inflacionario, lo cual se refleja en el hecho de que la inflación en abril, sin considerar alimentos, fue de 0.07%; es decir, prácticamente cero. Como medidas para menguar los efectos del alza internacional de los precios de alimentos, en noviembre de 2007, el gobierno redujo los aranceles de 6.9%, cifra prevaleciente en el año 2005, a 2.2%. Sin embargo, el consumidor común no ha visto que ello se haya traducido en una reducción de los precios. Esto se debe tanto al poder de los grandes comerciantes de alimentos como a la especulación de los comerciantes minoristas.

Sobre el petróleo, teniendo en cuenta el agotamiento de las reservas a nivel mundial, es de esperar que no se produzca una disminución notoria en los precios, sino que, por el contrario, estos continuarían en aumento. Así, el incremento de los precios del crudo lleva al alza a otros productos puesto que suben los costos de transporte. Estas situaciones evidencian la necesidad de cambiar la matriz energética, razón por la cual se están explorando otras fuentes de energía, como los biocombustibles. No obstante, al requerirse importantes áreas de tierras agrícolas para cultivar biocombustibles, se estarían reduciendo las zonas disponibles para la siembra de alimentos. En consecuencia, de no darse un cambio gradual de estos cultivos, se generaría una escasez de estos productos y se conduciría a mayor inflación.

Cabe mencionar que analistas de Scotiabank esperan que la tasa de inflación baje en mayo, impulsada por la disminución de algunos precios regulados, como las tarifas de energía eléctrica y el precio del gas natural, en 7% y 5%, respectivamente. Por su parte, el BCRP sostiene que la inflación anualizada tendería a bajar en los próximos meses y se aproximaría a 4% a finales de año. Otro dato resaltante es que, según Consensus Economics, el Perú comparte con México las proyecciones de inflación más bajas para el año 2008, de 3.9% anual. Por debajo se encuentran Brasil, Chile y Ecuador que tendrían inflaciones de 4.6%.
Estas cifras podrían estar diciendo que la ola inflacionaria creciente está llegando a su cauce final. Sin embargo, aun cuando no se debe perder de vista que los factores externos explican parte de la inflación, es necesario tener en cuenta que en comparación con otros países de la región, la inflación se encuentra en una mejor situación. El público debe considerar todos estos aspectos a fin de manejar de mejor modo sus expectativas y evitar que cunda el pánico cada vez que los precios presenten alzas relativas.

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